Contar o definir días, momentos que aún no existen, que restan para que llegue un acontecimiento tan normal como el ver a una persona que no se ha visto durante varios días, es un problema emocional que rompe la evolución normal de un ser humano.
Los conflictos emocionales con uno mismo sin aún verse involucrado las partes pertinentes en el plano sexual maltrata incluso toda la psicología Freudiana.
El deseo ya transformado en pasión se desliza entre el hecho ya realizado o una actitud esquizoide. Según Fernando Colina en su texto “Amor Esquizofrenia, Amistad Paranoia”:
En rigor, la palabra es la pieza nuclear tanto de la esquizofrenia como de la pasión amorosa. En ambas, su fecundidad o su desfallecimiento centran la experiencia, a diferencia de las incertidumbres de la amistad que, desde este ángulo interpretativo, no descansan directamente en la palabra, así esenciada, sino en su organización como discurso. Perdemos los amigos cuando ya no tenemos nada que hablar con ellos o bien cuando, por el mismo problema del decir, les cedemos el discurso amargo e invertido de la sospecha.
Sólo decir una cosa más… Alguien se podría aplicar el cuento.
2 comentarios:
Pronto celebrarás la visita 3000. Un abrazo.
Soy Laina, vivo en Ohio, y por casualidad encontré tu blog hace un par de semanas. Desde un primer momento me ha fascinado, y sigue haciéndolo.
Continúa escribiendo.
Un saludo, Laina.
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