
Llegado del exterior. Tu huella queda en luces artificiales reflejadas en la pared. Unos brillos que se atenúan y quedan invisibles a mi vista. Estas sola junto a una puerta que en lugar de abrir otro espacio lo cierra con su máxima expresión. Es agotador este silencio, esta soledad que no acoge, sino que transforma en desechable todo lo que entra en ella. Es simplemente algo que no pude describir aquel momento. No existes. La nada y tú. Una pareja inerte sin embargo eterna. Es imposible. Nadie entrará más en esta habitación. Está muerta. Como yo fuera de ella.
fotografía
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