miércoles, abril 16, 2008

Besar, No besar.

Besar, no besar…

Es algo inútil besar a una boca muerta, llorando entre sollozos inertes que desembocan en un hastío de impotencia, de no vivir, de no respirar. Y disculpad, si les digo que prefiero morir ante su ausencia.

Quedó latente que bajó su mirada, los ojos se han quemado, huyeron, se cerraron. En el corazón, el miedo se tranquiliza, camina hacía el silencio de aquellos gritos que mueren en el intento de salir.

Mirando sin miradas, mis ojos cerrados advierten que sus miradas a veces se comportan como el fuerte chasquido que produce el estallido de un cristal contra el suelo.

¿Y qué importa si le ofrezco mi corazón, si pisoteado y herido no late? Será tarde cuando me de cuenta que la inutilidad de entregarle mi amor sea tan infructuosa que no fluctúe sino que quede paralizada en mi vacío.

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