sábado, octubre 27, 2007

cuba

El próximo 30 de octubre la Asamblea General de la ONU votará una resolución presentada por Cuba exigiéndole a Estados Unidos que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero sobre la isla. Un bloqueo cuyo objetivo, según un memorándum de 1960 desclasificado en el año 1991, es “causar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno” cubano.

Han pasado 47 años desde que se inició ese bloqueo y a pesar de que la guerra fría terminó y que Cuba no supone ninguna amenaza para Estados Unidos, las legislaciones destinadas a acosar a los cubanos no dejan de recrudecerse, hasta el punto de suponer una constante violación de las leyes internacionales, en especial del artículo II de la Convención de Ginebra para la Prevención del Delito de Genocidio; incluso puede considerarse un acto de guerra económica según lo establecido en la Conferencia Naval de Londres de 1909.El bloqueo bajo el Gobierno de Bush ha llegado hasta niveles tan paranoicos que incluye acciones penales contra hoteles estadounidenses que alojen ciudadanos cubanos en cualquier país del mundo, o contra ciudadanos estadounidenses que compren o consuman un producto cubano aunque sea en un tercer país. Pero, además, es tan inhumano que entre sus medidas está la de prohibir que se vendan a Cuba, por ejemplo, equipos y materiales sanitarios necesarios para tratar patologías oftalmológicas en ancianos, anestésicos inhalatorios para niños o válvulas cardiacas pediátricas. Son frecuentes las negativas a conceder visados a académicos cubanos para asistir a encuentros internacionales de carácter profesional en Estados Unidos, e incluso a los estadounidenses para encuentros similares en Cuba. Es el caso del cineasta Michael Moore, investigado por viajar en marzo para el rodaje de su último documental, Sicko. El recién creado Grupo de Trabajo para la Aplicación de Sanciones a Cuba ha establecido sanciones de hasta diez años de prisión y multas de hasta un millón de dólares para las empresas y hasta 250.000 a las personas que infrinjan las leyes del bloqueo, es decir, que comercien o viajen a Cuba. Así, el Departamento del Tesoro ha multado a la Alianza de Iglesias Bautistas con 34.000 dólares porque algunos de sus miembros viajaron a la isla el pasado año. Los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido incluso enviar un pequeño paquete postal a la isla cubana.

La capacidad de los cubanos de sobrellevar las condiciones impuestas por el bloqueo sin que haya surgido en casi 50 años la supuesta explosión social que en el país del Norte preveían muestra mejor que cualquier convocatoria electoral estadounidense dominada por el dinero y la corrupción que los cubanos desean seguir siendo dueños de su futuro y no renunciar a los logros de su revolución.

Con esto no defiendo a Fidel pero sí a una CUBA INDEPENDIENTE Y SOCIALISTA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

VIVA CUBA! VIVA FIDEL!