Participar o no participar en el rito del trabajo es también una cuestión de validez, y no sólo de garantía material de la existencia.
El parado es un inútil, un inválido social. Es su privación, su aislamiento, la que resulta insoportable Su subjetividad no puede renovarse en las comunicaciones específicas del trabajo. Las cuatro paredes de su cubil pierden su relación temporal con el afuera determinado por otros.
La consecuencia es desorientación, inseguridad, angustia y regresión.
(H.Pross, La violencia de los símbolos sociales.)
True Detective.
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Resecos los ojos de no querer pestañear mientras te adentras en *True
Detective. Antología de lecturas no obligatorias*. Esperan otros quehaceres
pero que...
Hace 10 años
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